Según informa la Agencia de Noticias Hawzah, dada la sensibilidad que implica establecer prioridades religiosas en situaciones críticas —especialmente en emergencias donde “salvar vidas humanas” y “cumplir con la oración a su debido tiempo” son ambos actos de gran importancia—, esta cuestión genera dudas jurídicas para distintos grupos, como el personal médico, los equipos de rescate y todos los creyentes que puedan encontrarse en tales circunstancias.

El Gran Ayatolá Jamenei ofreció la siguiente respuesta a la consulta, que se presenta a continuación:

Pregunta:

Si el tiempo para la oración es escaso y existe certeza o probabilidad razonable de que algunas personas —musulmanas o no— aún estén con vida tras un accidente, ¿debe priorizarse la oración o el rescate de los heridos? ¿Es válido realizar la oración en esas condiciones?

Respuesta:

Si existe una probabilidad racional de que algunos de los heridos musulmanes sigan con vida, y realizar la oración de manera ordinaria pone en riesgo la vida de esas personas, y además no se dispone de tiempo suficiente para completarla de forma normal antes de que termine su plazo, entonces debe rezar mientras realiza el trabajo de rescate. En ese caso, los movimientos de inclinación (rukū‘) y prosternación (suyūd) se harán mediante gestos, procurando en lo posible orientarse hacia la qibla.